Representantes políticos de Europa, América y África reclaman en Nairobi que no se utilice la Cumbre del Desarrollo para imponer el aborto y la ideología de género

(Nairobi, 13-11-2019). La Cumbre de Nairobi (ICPD25), se celebra del 12 al 14 de noviembre, con motivo del 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo del El Cairo.

Más de medio centenar de representantes políticos de Europa, América y África han reclamado en Nairobi que no se utilice la Cumbre ICPD25 para promover el aborto y la ideología de género. En una Declaración presentada por el Vicepresidente de la Red Política por los Valores, Rodrigo Iván Cortés, proponen que los esfuerzos se dediquen a garantizar que las necesidades básicas de los pueblos en vías de desarrollo queden cubiertas.

Son muchas las voces que han denunciado su utilización para promover la agenda de lobbies multimillonarios, como International Planned Parenthood Federation, en lugar de impulsar un auténtico desarrollo humano. Organizaciones de la sociedad civil se han concentrado frente a las instalaciones de la Cumbre y los líderes de las principales confesiones religiosas de Kenia, cristianos musulmanes e hindúes, han denunciado que esta agenda es perjudicial para su país y reclaman que se intensifiquen los esfuerzos para lograr los incumplidos compromisos de desarrollo adquiridos en El Cairo.

La Red Política por los Valores está co-patrocinando varios eventos paralelos durante la Cumbre, reclamando la aplicación de los principios del Programa de Acción original de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (ICPD) que se pasaron por alto, señalando aquellas áreas en las que es necesario trabajar mucho más. Denunciamos que los gobiernos y organizaciones más agresivos del mundo a favor del aborto, la «educación sexual integral» y las políticas contrarias a la familia están financiando, organizando y proponiendo los compromisos finales de la Cumbre de Nairobi a través del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA).

Las principales confesiones religiosas de Kenya han declarado que el programa de la ICPD25 es perjudicial para su país, entre ellas la Conferencia de Obispos Católicos de Kenya (KCCB), el Consejo Nacional de Iglesias de Kenya (NCCK) y el Consejo Supremo de Musulmanes de Kenya (SUPKEM), Alianza Evangélica de Kenia (EAK), Consejo Hindú de Kenia (HCK), Adventista del Séptimo Día (SDA), Foro Nacional de Líderes Musulmanes (NAMLEF), Shia Ithnasharia y Organización de Iglesias Africanas Instituidas (OAIC).

Legisladores de varios países han firmado una Declaración en apoyo de las afirmaciones de estas comunidades de fe en la que solicitan que los Compromisos de la ICPD25 se contextualicen del siguiente modo:

Intensificar nuestros esfuerzos para lograr la aplicación y financiación plenas, eficaces y aceleradas del Programa de Acción original de la ICPD, velando por que su aplicación se rija por las disposiciones originales de la ICPD en las que se pide que se respeten la soberanía nacional y los valores religiosos y culturales, y por que se haga hincapié en las advertencias que desalientan el aborto.
Cero necesidades insatisfechas de planificación familiar con el entendimiento de que muchas mujeres necesitan y quieren apoyo y ayuda con el embarazo y el parto, no ayuda para prevenir el embarazo.
Cero muertes maternas evitables y morbilidad materna, en el entendimiento de que el aborto nunca se considerará un método regular de prevención de la mortalidad materna. Aunque puede ser necesario dar a luz a un niño prematuramente para salvar a la madre, declaramos que en tales casos, se debe hacer todo lo posible para salvar tanto a la madre como al niño.
Asegurar el acceso de los adolescentes y jóvenes a una educación para la dignidad humana que afirme la castidad y la evitación del riesgo sexual para protegerlos de todas las consecuencias negativas para la salud mental y física de las relaciones sexuales precoces y de las posibles consecuencias irreflexivas o forzadas de un embarazo inesperado.

Abordar la violencia contra las mujeres, los hombres, los niños y las niñas y las prácticas nocivas de los matrimonios de niños, los matrimonios precoces y forzados y la mutilación genital femenina, comprometiéndose a luchar por

Cero violencia contra las mujeres, los hombres, los niños y las niñas, especialmente la violencia sexual y cero matrimonios precoces y forzados, así como cero mutilaciones genitales femeninas, a fin de hacer realidad el potencial de cada individuo como un contribuyente positivo a la sociedad, tanto social como económicamente.

Movilizar la financiación necesaria para concluir el Programa de Acción de la ICPD mediante

Utilización de los procedimientos presupuestarios nacionales, aumento de la financiación nacional para garantizar la aplicación plena, eficaz y acelerada del Programa de Acción de la CIPD, y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para aumentar el porcentaje de la ayuda oficial para el desarrollo (AOD) destinada específicamente a garantizar la aplicación plena, eficaz y acelerada del Programa de Acción de la ICPD, dentro del ámbito del Programa de Acción original de la CIPD, con todas sus advertencias y protecciones para la vida y los valores religiosos y culturales.

Aprovechar la diversidad demográfica para impulsar el crecimiento económico y lograr el desarrollo sostenible.

Por lo tanto, nos comprometemos a:

Aprovechar la diversidad demográfica invirtiendo en salud, educación, creación de riqueza y las oportunidades de empleo de los jóvenes.
Construir sociedades pacíficas y justas en las que todas las personas, incluidos los ancianos y los jóvenes, las personas con discapacidad, las minorías étnicas y los pueblos indígenas, puedan participar en una sociedad en la que se sientan valoradas y sean capaces de forjar su propio destino y contribuir a la prosperidad de sus sociedades.
Proteger los derechos de los padres, reconocidos en la Convención Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de «asegurar la educación religiosa y moral de sus hijos en conformidad con sus propias convicciones». (Art. 13.(3.).)

Apoyar la atención de la salud en contextos humanitarios y frágiles