El 5 de abril se celebró en la Cámara de representantes de Colombia la III Cumbre de líderes políticos, bajo el título Ante el auge de la crisis global, principios sólidos para un futuro mejor. Es la III cumbre que organiza la Red Política por los Valores (Political Network for Values), y ha contado con la participación de más de 200 líderes políticos y sociales procedentes de 30 países.
En la cumbre se ha puesto de manifiesto que muchos legisladores de todo el mundo defienden y promueven valores y principios de su propia cultura, como los que mejor garantizan el desarrollo de nuestra civilización, frente al nuevo orden mundial imperante. A su vez, denuncian las presiones de organismos internacionales como las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y las instituciones europeas, para interferir en estos principios, a través de medidas contrarios a las costumbres de cada país.
En se sentido, y ante la reciente Asamblea General de la OEA que se celebrará en Medellín (Colombia) el próximo mes de Junio, varios legisladores de toda América han emitido un manifiesto publicado estos días en la Cumbre, en el que piden a sus países que no se promueva el aborto con el dinero de sus aportaciones.
Los anfitriones han sido la senadora colombiana María del Rosario Guerra y Jaime Mayor Oreja, Presidente de la Red Política por los Valores, quien denunció que “nunca han sido tan necesarios los valores y principios cristianos, y nunca antes han estado tan atacados”. “Hay una moda dominante con la obsesión de destruir y reemplazar los valores cristianos”, añadió. Por su parte, Mª del Rosario Guerra señaló que hoy día está mal visto hablar de verdades morales y éticas y el discurso actual se reduce a lo subjetivo y relativo, lo que ha llevado al debilitamiento de los principios y valores que son cimientos de la sociedad”. La senadora denunció que “la muerte se ha convertido en la primera solución a todos los problemas y adversidades que se presentan a la vida, ejemplo de esto, son la promoción del aborto y la eutanasia como salidas a los embarazos que presentan dificultades y a las enfermedades terminales”.
El expresidente Álvaro Uribe participó también en el acto la bienvenida del día 4, y destacó la importancia de la familia. “La gran confrontación que hoy domina nuestros países no es de la izquierda contra derecha, como tradicionalmente eran entendidas, sino entre la anarquía versus el estado de la ley y el orden, allí se juega el futuro, y las familias y el movimiento cívico provida juegan un papel decisivo”.
En las sesiones plenarias participaron además líderes como el venezolano Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y representante del Gobierno interino ante el Grupo de Lima, quien señaló que “la caída de Maduro será como la caída del ‘Muro de Berlín’ en Latinoamérica 30 años después. “La lucha venezolana no es solo contra un Estado fallido, sino de liberar a la región de un sistema de hambre y destrucción”, denunció.
La Ministra de Estado de Familia y Juventud de Hungría, Katalin Novák, presentó su política familiar que está teniendo tanto éxito en su país: “Las políticas públicas con una perspectiva de Familia funcionan donde han sido aplicadas y tienen el más amplio apoyo del pueblo, señaló. En ese sentido se expresó también Kazimierz Kuberski, viceministro de Familia polaco: “Polonia está invirtiendo a largo plazo para el beneficio de su sociedad haciendo una ambiciosa apuesta en favor de la familia”, afirmó.
La Presidenta de Culture of Life Africa de Nigeria, Obiauju Ekeocha, denunció el imperialismo cultural de occidente sobre África, que trata de imponer unas ideas que atentan contra los valores y costumbres de los autóctonos. Tras ella, Sharon Slater, Presidenta de Family Watch International en Estados Unidos, denunció las políticas de educación sexual, que los padres rechazan, y la imposición de la ideología de género en el ámbito educativo. El diputado canadiense Garnett Genuis explicó las nefastas consecuencias de la legalización de la Eutanasia.
Frente al recrudecimiento de la ofensiva a escala global –ideología de género, antinatalismo, populismo, corrupción, crimen organizado… – urge la afirmación de principios sólidos sobre los que construir el futuro: la dignidad humana, el derecho a la vida, el papel imprescindible de la familia y la institución del matrimonio, el fortalecimiento de las libertades, la libertad religiosa y de conciencia, la libertad de educación, siempre desde la honestidad en el manejo de los recursos públicos.
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