Potenciar líderes políticos, vincularlos, generar intercambio global y local. Promover y defender de forma cada vez más efectiva la vida, la familia y las libertades fundamentales. Desarrollar temáticas, inspirar acciones, coordinar y articular esfuerzos. Estas son las tareas que considera prioritarias para la Political Network for Values (PNfV) su nuevo presidente, José Antonio Kast.
Kast sustituye en el cargo a Katalin Novák, exministra de Familia de Hungría y actual presidenta de ese país. Nació en Santiago de Chile en 1966, es abogado, casado con María Pía Adriasola Barroilhet, con quien tiene 9 hijos. Fundó el Partido Republicano, con el que se postuló el año pasado a la Presidencia y obtuvo un enorme respaldo que le llevó al balotaje. Hoy los republicanos son la primera fuerza política verdaderamente conservadora de su país, y la tercera mayor bancada por partido en la Cámara de Diputados.
Kast es una referencia consolidada para políticos y activistas cívicos en Iberoamérica por su consistente actuación a lo largo de dos décadas en la defensa y promoción de la dignidad humana y los valores fundamentales. Esta es su primera entrevista como presidente de la PNfV:
¿Qué significa para usted haber sido nombrado presidente de la PNfV?
Es un gran desafío seguir potenciando líderes políticos y sociales en todo el mundo. Creo que juntos podemos aprender y hacer crecer el trabajo en red, el intercambio global y local, para promover y defender los valores y principios en los que creemos.
¿Cómo recibió usted la noticia?
Agradezco a los miembros de PNfV y a todos sus representantes; líderes sociales, políticos, expertos, jóvenes por entregarme este gran desafío. Asumo el cargo con honor y con el gran desafío de continuar el trabajo realizado por Katalin Novák, hoy presidente de Hungría.
¿Cuándo conoció la Red y cómo se integró a ella?
Cuando era parlamentario en Chile. Tuve la oportunidad de participar en la Cumbre Regional de las Américas, realizada en Washington durante 2015, y luego me integré a la Red. En 2019 fui invitado a incorporarme al Consejo Asesor.
¿Cómo ve usted el panorama internacional?
Vivimos en tiempos convulsos: guerras, desafíos económicos, polarización política. Las sociedades se han visto arrasadas por las ideologías y el individualismo, lo que nos demanda un mayor esfuerzo por recuperar nuestros valores y profundizar el encuentro de nuestras comunidades. Pero no hay que desfallecer: tenemos que trabajar y mirar con esperanza el futuro.
¿Cuáles son los principales desafíos de la Red?
Debemos seguir trabajando por la protección de la vida humana, el matrimonio entre un hombre y una mujer, la familia, la libertad de enseñanza, la libertad religiosa y de conciencia que en estos días, en muchos países están siendo cuestionadas y puestas en peligro. Un desafío fundamental es lograr conectarnos con más dirigentes y activistas en el resto del mundo.
¿Cuáles serán sus principales prioridades?
Es fundamental que la red crezca, que aumente su conocimiento entre líderes y representantes a nivel mundial. Por eso los encuentros, presenciales o virtuales, son muy importantes. Desarrollar temáticas, inspirar acciones, coordinar esfuerzos, son algunas de las tareas fundamentales que tenemos. Trabajaremos incansablemente por nuestras naciones, por nuestro futuro y el futuro de las próximas generaciones.