Creemos firmemente que un pilar esencial de la democracia es garantizar la libertad para que todos los ciudadanos puedan manifestar y defender públicamente sus convicciones y principios. La cultura de la cancelación es un síntoma de la peligrosa deriva totalitaria que corroe a la democracia en sus cimiento.
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El Senado español albergará el 1 y 2 de diciembre una Cumbre Transatlántica “Por la libertad y la cultura de la vida” en la que ya han confirmado su participación representantes políticos de más de 20 países. A lo largo de una década, Political Network for Values (Red Política por los Valores) ha realizado cumbres y eventos regionales en la sede de la ONU en Nueva York (2014 y 2023); en el Capitolio de Washington (2015), en el Parlamento Europeo (2017), en el Congreso de la República de Colombia (2019), en la Academia Húngara de Ciencias (2022); y en el Congreso de los Diputados de España (2018). En ninguna de esas instituciones se censuró o canceló su celebración. En la ONU, el evento fue retransmitido en directo por su canal oficial y la Declaración de Nueva York fue incluida en las actas oficiales del 78 periodo de sesiones de su Asamblea General.
La solicitud de cesión de una sala del Senado se realizó en estricto cumplimiento de la normativa de la institución y su autorización fue aprobada por unanimidad de la Mesa del Senado, tres de cuyos miembros pertenecen al Grupo Socialista. Hizo la petición la Red Política por los Valores, como entidad civil sin ánimo de lucro, sin necesidad de intervención de ningún grupo parlamentario. La cesión de sala no implica coste público alguno pues el Senado no financia ni colabora con los gastos de la cumbre.
Una noticia publicada ayer en El País por el periodista Ángel Munárriz cuestionando que la VI Cumbre Transatlántica se celebre en el Senado muestra graves sesgos ideológicos. El texto critica que la Cámara Alta española haya abierto las puertas a esta Red de representantes políticos que defienden la cultura de la vida y consideran el aborto como un retroceso social, descalifica a nuestros miembros y aliados como extremistas que ponen en riesgo la democracia y cita como fuentes a organizaciones como el Centro Jurídico contra la Pobreza en el Sur o el Foro Parlamentario Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos, caracterizadas por dedicarse a la creación de “listas negras” para estigmatizar a quienes no piensan como ellos. El artículo es un claro ejemplo del “periodismo de cancelación”.
El PSOE reaccionó a la noticia inmediatamente; declaró que sus representantes en la mesa del Senado, que meses antes habían concedido por unanimidad la cesión de sala, no sabían lo que habían aprobado y exigen ahora que se prohíba la realización de la Cumbre. El portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Senado, Alfonso Gil, pidió cerrar las puertas de la Cámara Alta a mujeres y hombres democráticamente elegidos en tres continentes simplemente porque defienden, de forma pacífica y respetuosa, posturas diferentes a la suya. Argumentó que los actos que se celebren en esta cámara deben ser “inclusivos, que respeten a toda la sociedad porque el Senado debe ser la casa de todos y de todas”.
Los que formamos parte de Political Network for Values creemos en el valor infinito de la dignidad humana y, por eso, defendemos la vida de todos, en todas sus etapas; creemos en la familia como base fundamental y natural de la sociedad; defendemos el derecho de la mujer a ser respetada y valorada, también en su maternidad; creemos firmemente en la libertad y por eso defendemos el derecho a expresarse, a participar de la vida pública, a debatir y a discrepar. Este ideario está muy lejos de ser considerado “extremista”, abrazamos los principios y derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Preámbulo y artículos 3, 16, 18, 19, 20, 26), que consideramos irrenunciables. En una democracia no cabe impedir que estos valores puedan ser propuestos libremente por representantes electos en un foro como el Senado.
Cuando escogimos el tema de la VI Cumbre Transatlántica contemplábamos con preocupación que en algunos lugares no solo se pretende cancelar el derecho a la vida, sino también el derecho a defenderla. La noticia aquí citada, su coordinada réplica en diversos medios ideológicamente afines, y la precipitada reacción del PSOE, confirman esta preocupación y, por tanto, que esta Cumbre es más necesaria que nunca.
La pretensión de prohibir su celebración es un claro ejemplo de cancelación a quien tiene una posición divergente y la manifiesta de forma pacífica y respetuosa, lo que es abiertamente contrario a los fundamentos del Estado de derecho. Es un acto de cruda intolerancia que no debería tener lugar en sociedades democráticas.
Precisamente porque es un foro democrático, la Cámara Alta cede su espacio para eventos donde se expresan diversas visiones sobre los más variados temas; la institución no necesita estar de acuerdo con lo que en ellos se expone. El Senado es la casa de todos y por eso está abierta a todos. No puede ser rehén de presiones ideológicas.
Confiamos en la solidez de nuestras instituciones y en que sabrán estar a la altura para defender la libertad y el Estado de derecho.
Convocamos a todos los líderes políticos y cívicos que consideran que la cultura de la cancelación es una amenaza para los pilares de la democracia, a unirse a la VI Cumbre Transatlántica, los días 1 y 2 de diciembre, y desde allí defender la libertad y la cultura de la vida.
Madrid, 02 de octubre de 2024.