La presidente de Hungría, Katalin Novák, renunció al cargo este sábado, 10 de febrero. En un discurso a la nación reconoció que cometió un error de juicio al conceder un indulto el año pasado.
«Como húngara, esperaría que el Presidente de Hungría no cometiera errores. Si los cometiera, esperaría que diera la cara ante quienes tiene que rendir cuentas y asumiera su responsabilidad. Incluso dimitiendo del cargo de Presidente de Hungría. […] Hoy es la última vez que me dirijo a ustedes como Presidente de Hungría. Dimito de mi cargo de Presidente», dijo.
El indulto en cuestión es uno de los 22 que ortorgó con motivo de la visita del Papa Francisco a su país en abril de 2023. El beneficiario fue el sudirector de una institución de acogida infantil en Bicske, a 30 kilometros de Budapest, en la que su superior, el director y responsable del centro, abusó sexualmente de menores.
El abusador fue denunciado, retirado del cargo, procesado y condenado. El subdirector, por su parte, fue acusado y condenado de intentar que una de las víctimas dijera que había mentido sobre los hechos, a petición de su superior. Fue encontrado culpable e inició su condena en 2020 alegando inocencia y apelando ante instancias superiores.
Cuando recibió el indulto, al subdirector le fataba año y medio para concluir su condena.
En su discurso Novak explicó: «La facultad de indulto es quizá la más delicada de todas. Porque se trata de una decisión sobre la vida de un ser humano, basada en la solicitud de clemencia y en la información disponible en ese momento. […] Yo nunca concedería el indulto a nadie que pensara que abusaba física o psicológicamente de niños. […] Me pronuncié a favor de la concesión del indulto por considerar que el condenado no se aprovechaba de la vulnerabilidad de los niños confiados a su cuidado».
Y reconoció: «Cometí un error, porque la decisión de conceder el indulto y no comunicar las razones que la motivaron permitieron que se plantearan dudas en relación con la política de tolerancia cero en materia de abusos sexuales a menores. Sin embargo, aquí no hay lugar para la duda, y no puede haberlo. Así era entonces, y así sigue siendo hoy».
«Pido disculpas a quienes ofendí, y a todas las víctimas que puedan haber sentido que no les defendí. Defendí a las familias y a los niños en el pasado, los defiendo hoy y los defenderé mañana».
Katalin Novák fue una de las figuras políticas femeninas más descadas en Hungría durante los últimos años. Desde que Viktor Orbán asumió el poder en 2010, desempeñó funciones en el Gobierno. Fue asesora ministerial hasta 2014, Secretaria de Estado de Familia y Juventud hasta 2020, luego ministra de Familia hasta finales de 2021, cuando fue nombrada presidenta del país. Ella fue el motor de la exitosa política pública en favor de la familia impulsada por el gobierno Orbán. También fue vicepresidenta de Fidesz de 2017 a 2021 y presidente de Political Network for Values de 2019 a 2021.
Junto con Novak, también renunció como diputada y cabeza de la lista de candidatos al Parlamento Europeo, Judit Varga, exministra de Justicia, que dio su visto bueno al indulto cuando estaba en funciones.
La forma digna y valiente en la que Novak asumió el error de juicio que cometió y la actitud consecuente con lo que ella misma exigiría de cualquiera que estuviera en su cargo, es incomún en el ambiente político. Lea aquí en texto completo de su discurso de renuncia:
Discurso de dimisión de Katalin Novák
Budapest, 10 de febrero de 2024. 17:02
Querido pueblo húngaro, tan querido para mí, desde dentro de las fronteras y más allá. Hoy me dirijo a vosotros. No a los políticos, no a los entendidos en política, sino a aquellos a quienes juré servir hace dos años.
Asumí esta responsabilidad porque amo apasionadamente a Hungría, nuestra patria, y porque creo en vosotros. Creo que somos una nación pacífica y amorosa, y que nos cuidamos unos a otros. Creo en la mayoría silenciosa, en la gente que trabaja duro día a día, creo en la integridad, en la rectitud y en el poder del amor. Estos son los valores que hemos heredado de nuestros abuelos y padres, y que queremos transmitir a nuestros hijos y nietos.
Yo aprobé una decisión de clemencia que ha dejado a muchas personas confusas e inquietas. Es comprensible que quieran una explicación.
La facultad de indulto es quizá la más delicada de todas. Porque se trata de una decisión sobre la vida de un ser humano, basada en la solicitud de clemencia y en la información disponible en ese momento. En abril del año pasado, me pronuncié a favor de la concesión del indulto por considerar que el condenado no se aprovechaba de la vulnerabilidad de los niños confiados a su cuidado. Cometí un error, porque la decisión de conceder el indulto y la ausencia de las razones que la motivaron permitieron que se plantearan dudas en relación con la política de tolerancia cero en materia de abusos sexuales a menores. Sin embargo, aquí no hay lugar para la duda, y no puede haberlo. Yo nunca concedería el indulto a nadie que pensara que abusaba física o psicológicamente de niños. Así era entonces, y así sigue siendo hoy.
La responsabilidad del Presidente de Hungría, también consagrada en la Ley Fundamental, es encarnar la unidad de la nación. Los niños son nuestro tesoro más importante. Creo que nuestra nación está unida en este asunto, a pesar de todas las diferencias de opinión. Proteger a los niños es un deber que todos compartimos. He tenido tres hijos, así que he experimentado personalmente hasta qué punto una vida indefensa y vulnerable necesita seguridad y protección.
Como húngara, esperaría que el Presidente de Hungría no cometiera errores. Si los cometiera, esperaría que se diera la cara ante quienes tiene que rendir cuentas y asumiera su responsabilidad. Incluso dimitiendo del cargo de Presidente de Hungría. Pido disculpas a quienes ofendí, y a todas las víctimas que puedan haber sentido que no les defendí. Defendí a las familias y a los niños en el pasado, los defiendo hoy y los defenderé mañana.
Hoy es la última vez que me dirijo a ustedes como Presidente de Hungría. Dimito de mi cargo de Presidente.
La decisión ha sido difícil, no por motivos personales. Ha sido difícil porque he prestado juramento. Ahora tenía que encontrar una respuesta a la pregunta de si sería capaz de desempeñar el cargo de Presidente de Hungría en beneficio de la nación húngara, permaneciendo fiel a mi juramento. ¿Tendría la libertad necesaria para desempeñar bien mis funciones, como jefe de Estado soberano? Mi respuesta a ambas preguntas es no.
Pido disculpas a quienes ahora sienten que les abandono. Que ahora sienten que el odio ha vencido al amor.
La pregunta que tuve que hacerme fue la siguiente: ¿cuál es el mensaje que envío a mis hijos y a los jóvenes húngaros con mi decisión? Les animo a comprometerse en el servicio con todas sus fuerzas y con todo su talento. A no rendirse ni siquiera en los momentos difíciles, a perseverar todo lo posible, a responsabilizarse de sus errores. Y, si sienten que tendrían que sacrificar su soberanía, que sean capaces de ceder su puesto a otra persona con dignidad. La soberanía es un tesoro precioso. Tanto para los individuos como para las naciones. ¡Protejámosla!
Gracias. Gracias por haber dado sentido y significado al cargo de Presidente de Hungría. Gracias por las relaciones, el mayor regalo de estos dos años. Gracias por la oportunidad de sentarme en el taburete de madera, por la posibilidad de desplazar la luz hacia donde hay menos de ella en la vida cotidiana. A aquellos con los que he colaborado, les agradezco su trabajo de alta calidad, su dedicación, su humanidad. Gracias a mi familia por su apoyo seguro en todo momento. Gracias a István por haber estado juntos durante veinticinco años tanto en los momentos hermosos como en los difíciles. Por ayudarme a demostrar que un hombre puede apoyar a su pareja tanto como una mujer. Gracias Ádám, Tamás y Kata por la alegría de ser vuestra madre, y por dar sentido a la siguiente fase de mi vida después de la vida pública.
El mundo de la política es duro, a veces incluso despiadado. Algunos piensan que por eso no es para nosotras, las mujeres. Yo no estoy de acuerdo. No nos rindamos. Las mujeres también son necesarias en la vida pública, porque, en mi opinión, con mujeres en la vida pública, con el tiempo, el mundo será más justo, más pacífico y, sin duda, tendrá más sentido.
Agradezco la oportunidad de servir a la nación húngara.
¡Oh Dios, bendice a la nación de Hungría! Porque Tuyo es el reino, Tuyo es el poder, Tuya es la gloria.