En un reciente discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados en el Vaticano, el Papa Francisco pidió respetar el sentido auténtico de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) ante las tentativas de «colonización ideológica» que pretenden «introducir nuevos derechos no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente».
Para el Pontífice «tales colonizaciones ideológicas provocan heridas y divisiones en lugar de favorecer la paz», y, entre ellas, «ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa».
Además, dijo que, si quieren realmente servir y construir la paz, los organismos internacionales deben «recuperar las raíces, el espíritu y los valores que les dieron origen».
Estas palabras son parte del discurso que Francisco pronunció el lunes 8 de enero, en el tradicional encuentro de inicio de año en el que la Santa Sede expone su visión y sus preocupaciones respecto al panorama internacional a los embajadores asignados al Vaticano:
«El camino hacia la paz exige el respeto de los derechos humanos, según la sencilla pero clara formulación contenida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo 75 aniversario hemos celebrado recientemente. Se trata de principios racionalmente evidentes y comúnmente aceptados. Desgraciadamente, los intentos que se han producido en las últimas décadas de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente y no siempre aceptables, han dado lugar a colonizaciones ideológicas, entre las que ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos. Tales colonizaciones ideológicas provocan heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz».
«[…] Para relanzar un compromiso común al servicio de la paz, es necesario recuperar las raíces, el espíritu y los valores que dieron origen a esos organismos, teniendo en cuenta al mismo tiempo el nuevo contexto y prestando la debida atención a quienes no se sienten adecuadamente representados por las estructuras de las organizaciones internacionales».
En su intervención, el Pontífice también hizo un llamado a la comunidad internacional para abolir universalmente la maternidad subrogada, tal como lo pide la Declaración de Casablanca, pidió frenar la persecución de los cristianos y buscar vías de solución más eficaces a los conflictos bélicos actuales, en especial los que enfrentan a Israel y Palestina, y a Rusia y Ucrania. Usted puede leer el discurso completo aquí.
Un eco del Compromiso de Nueva York
Las palabras que destacamos del Papa Francisco son como un eco del Compromiso de Nueva York lanzado por Political Network for Values (Red Política por los Valores – PNfV) en la V Cumbre Transatlántica, realizada en la sede de Naciones Unidas (ONU) el pasado mes de noviembre.
Los signatarios del Compromiso de Nueva York forman una alianza global en favor de la dignidad humana, los derechos y las libertades fundamentales consagrados y universalmente reconocidos en la DUDH; y hacen un llamado a Naciones Unidas a volver su propósito y valores fundacionales.
La iniciativa surge en un momento en el que quienes defienden la vida, la familia y las libertades son calumniados y etiquetados como «antiderechos» y donde los órganos internacionales están parcial o totalmente secuestrados por agendas ideológicas que pretenden imponer supuestos «nuevos derechos».
En la DUDH hay un reconocimiento explícito al derecho a la vida (artículo 3), a la protección que debe darse a la familia, a la maternidad y a la infancia (artículos 16, 23 y 25); al derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos (artículo 26); a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de opinión y de expresión (artículos 18 y 19).
La PNfV quería celebrar el 75 aniversario de la DUDH de forma asertiva y por eso lanzó ese compromiso que ha sido respaldado por más de 200 líderes políticos y cívicos de 40 países.