El Compromiso de Nueva York fue integrado como parte de la documentación oficial del 78 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas; el texto rescata el sentido original de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y llama a la ONU a ser fiel a su propósito fundacional.
A partir de ahora, el Compromiso de Nueva York deberá ser citado como la Declaración de Nueva York, con el número A/78/639. Usted puede leerlo aquí.
La Declaración de Nueva York fue lanzada por Political Network for Values (Red Política por los Valores – PNfV) durante la V Cumbre Transatlántica, realizada en la sede de la ONU el pasado mes de noviembre.
PNfV quería celebrar el 75 aniversario de la DUDH de forma asertiva y por eso lanzó un compromiso global que ha sido respaldado hasta el momento por más de 200 líderes políticos y cívicos de 40 países.
“Es una excelente noticia, pues la Declaración podrá ser citada como el registro oficial de un amplio consenso en favor de la dignidad humana ante las tentativas de tergiversar o vulnerar los derechos y las libertades fundamentales en nombre de supuestos nuevos derechos, que ni forman parte de la DUDH, ni son universalmente reconocidos”, explica Lola Velarde, directora ejecutiva de PNfV.
¿En que consiste la Declaración de Nueva York?
La Declaración de Nueva York da visibilidad a un consenso que existe en todos los continentes, muy vasto y capilar, sobre la necesidad afirmar la dignidad de la persona y los valores fundamentales, en especial, la vida, la familia y las libertades, claramente consignados en la DUDH.
En la DUDH hay un reconocimiento explícito al derecho a la vida (artículo 3), a la protección que debe darse a la familia, a la maternidad y a la infancia (artículos 16, 23 y 25); al derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos (artículo 26); a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de opinión y de expresión (artículos 18 y 19); entre otros. Pese a a este registro claro, gobiernos signatarios de la DUDH o, incluso, la propia ONU impulsa iniciativas que vulneran o tergiversan esos derechos y marginan a sus defensores.
Los signatarios de la Declaración se comprometen a formar una alianza global en favor de los derechos humanos y las libertades fundamentales tal como están consagrados y universalmente reconocidos en la DUDH.
Trabajarán para establecer entornos propicios para la formación y estabilidad de la familia; para proteger a los niños, tanto antes como después del nacimiento; y para que se respete la libertad de los padres y tutores legales de brindar la educación religiosa y moral de sus hijos conforme a sus propias convicciones.
También se comprometen a promover el respeto de los diversos valores religiosos y éticos, antecedentes culturales y convicciones filosóficas de los pueblos del mundo, así como la soberanía de los Estados en los asuntos que son de su jurisdicción interna.
El registro oficial de un amplio consenso
Si bien no es un documento redactado por la ONU, si es parte de la documentación del último periodo de sesiones de la Asamblea General y, por tanto, es el registro oficial de un amplio consenso, y como tal fue comunicado a los países miembro. El pedido de inclusión fue realizado por la Cancillería de Hungría.
Velarde detalla que la “oficialización” del documento permitió que la Secretaría General de la ONU notificara a todos los demás Estados miembro.
“Es decir, la ONU acusó recibo y lo remitió oficialmente a todos los Estados miembros como un documento oficial de la Sesión Conmemorativa del 75 Aniversario de la DUDH, con un número de registro que se puede citar; queda formalmente recogida en el 78 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, dentro del Tema 71 del programa “Promoción y protección de los derechos humanos”, explica.
La “oficialización” de la Declaración de Nueva York llega en un buen momento, cuando quienes defienden la vida, la familia y las libertades son calumniados y “cancelados” como “antiderechos”, y marginados del debate o de la conducción de organismos internacionales que parecen estar secuestrados por agendas ideológicas.
La Declaración es un instrumento más en las manos de los defensores de los verdaderos derechos, con la que podrán afirmar que no están solos y que su voz se hizo escuchar en el último periodo de sesiones de Naciones Unidas, tal como lo anunció José Antonio Kast, presidente de PNfV, en la abertura de la Cumbre Transatlántica.
«Estamos aquí para traer al presente, en su sentido original, aquel acuerdo de 1948, debemos volver a la persona humana y, desde allí, garantizar sus derechos fundamentales. Es precisamente aquí, en Naciones Unidas, que es necesario que se escuche nuestra voz. Nosotros reivindicamos los principios básicos que inspiraron la DUDH, son principios atemporales y trascendentes”, dijo.
«Somos muchos los que pensamos así y estamos muy activos en lo social, en lo político y lo cultural y creemos que siempre se puede dialogar. Es nuestro deber recordar el sentido original de la DUDH a quienes la olvidan o quieren desvirtuarlo», afirmó.
Si usted es un líder político o cívico y quiere firmar la Declaración de NY, puede hacerlo aquí.