La Political Network for Values condena la persecución que el dictador Daniel Ortega ha desatado contra la Iglesia Católica en Nicaragua. Las agresiones se han intensificado con especial saña en las últimas semanas contra los fieles de la Diócesis de Matagalpa y su obispo Ronaldo Álvarez, a quién buscan exiliar, le tienen sitiado en la casa cural y le impiden celebrar para el pueblo.
En los últimos cuatro años la dictadura sandinista perpetró más de 250 ataques contra católicos: expulsó al nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag; exilió a Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, y a varios sacerdotes; encarceló al padre Manuel García; expulsó a las Hermanas de la Caridad; cerró radiodifusoras, agredió y amenazó de muerte a sacerdotes y fieles; atentó, profanó y quemó templos. Todo, por que la Iglesia no se ha doblado ante el régimen.
En Nicaragua no hay libertad y se violan sistemáticamente los derechos humanos: las elecciones fueron fraudulentas, hay decenas de opositores encarcelados, hay más de mil organizaciones ciudadanas clausuradas, 150 periodistas exiliados, decenas de vehículos de comunicación cerrados, y más de medio millar de muertos en actos de represión desde 2018. Nos sentimos solidarios con todas las familias que de las víctimas.
Pedimos a la Organización de Estados Americanos y a su Sistema de Derechos Humanos una posición más enérgica y una articulación más firme y eficaz.
Finalmente, ofrecemos todo nuestro apoyo a los políticos miembros de nuestra red en Nicaragua, así como a todos nuestros amigos y aliados que, desde la línea del frente, defienden las libertades fundamentales en este momento oscuro para su país.
Madrid, 11 de agosto de 2022.
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