El Consenso de Ginebra sigue generando adhesiones. El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, firmó este 12 de octubre la Declaración del Consenso de Ginebra para Promover la Salud de la Mujer y Fortalecer a la Familia.
Los gobiernos que firman la Declaración forman una coalición que trabaja por la salud de la mujer, la defensa de la vida en todas sus etapas, la integridad de la familia y la soberanía de las naciones; y, juntos resisten a las presiones ejercidas por organismos internacionales para imponer el aborto como un derecho, o normativas que vulneran a las familias. Hace un año, fue lanzada por solo 6 países, y ahora, con Guatemala, son 35 los países signatarios.
«Este es un mensaje claro a la comunidad internacional de que somos muchos los países que reconocemos que existe un derecho fundamental, el derecho a la vida, que debe ser garantizado y defendido siempre; y que cualquier planteamiento de que ya existe a nivel internacional un consenso a favor del aborto, como tristemente alegan algunos, es totalmente falso», dijo el mandatario en la ceremonia de adhesión.
La afirmación del Giammanetti coloca el dedo en la llaga. Efectivamente, diversos organismos internacionales, en especial la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentan el aborto como un «derecho sexual y reproductivo», generan directrices para impulsarlo, y condicionan el acceso a recursos económicos a su aceptación. Todo, porque, supuestamente, a lo largo de los años, se habría gestado un conseso en torno al reconocimiento del aborto como «derecho fundamental» de las mujeres.
Sin embargo, como apunta el presidente guatemalteco, la simple existencia del Consenso de Ginebra, es la prueba contundente de que, el supuesto consenso en torno del aborto no existe. Hay, por lo menos 35 Estados miembros de la ONU que no lo aceptan y que, en cambio, sí valoran la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, como un verdadero derecho fundamental.
«Cualquier esfuerzo para tratar de imponer el aborto en un país es una injerencia indebida en sus asuntos internos. Debo señalar que estos esfuerzos para promover el aborto con frecuencia se hacen a nombre de la defensa de los derechos humanos, lo cual es absurdo. Sin fundamento jurídico, ni antropológico o científico, algunas corrientes de pensamiento fabrican supuestos derechos, que no son otra cosa que la negación de los verdaderos derechos inherentes de la persona», advirtió Giammanetti.
Lo mismo se aplica en torno de un supuesto consenso en relación a los «derechos de género» que asumen una perspectiva ideológica que debilita a la familia. «Como bien señala la declaración, reconocemos que la familia es esencial para desarrollo pleno de nuestros pueblos», dijo el mandatario.
La adhesión de Guatemala al Consenso, expuso Giammanetti, es un complemento a la Política Pública de Protección a la Vida y a la Institucionalidad de la Familia que el gobierno recientemente promulgó (Acuerdo Número 149-2021). Esta determinación gubernamental es una de las más audaces iniciativas gubernamentales en favor de la vida y la familia en el continente americano.
La ceremonia de firma del Consenso se realizó en la capital del país, pues no pudo realizarse en la sede de la ONU por restricciones impuestas por la pandemia, y participaron (en forma virtual) Damares Alves, ministra de Mujer, Familia, y Derechos Humanos de Brasil, país que actualmente lidera la coalición; y (presencialmente) Valerie Huber, presidenta del Instituto para la Salud de la Mujer en Washington.
Los discursos de la ceremonia pueden ser vistos aquí.
El texto completo de la Declaración del Consenso de Ginebra, usted lo puede leer aquí.